viernes, 28 de junio de 2013

Absuelven a dos militares acusados de asesinar a un tupamaro

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Hace pocos días ocurrió un hecho que marcaría  un paso importante para la justicia  uruguaya y para todos los que seguimos creyendo en ella, porque la Suprema Corte de Justicia confirmó la absolución de dos militares acusados de cometer un homicidio durante la dictadura.

Los militares implicados en la acusación eran los oficiales señor Coronel Walter Gulla y el oficial de la Fuerza Aérea el Teniente Enrique Rivero, ambos retirados.
Tanto el Cnel. Gulla como el Tte. Rivero eran considerados responsables del homicidio del guerrillero y Tupamaro  Horacio Ramos, quién estaba recluido en el Penal de Libertad y había sido encontrado ahorcado en su celda, hecho acontecido en el año 1981.

Sin siquiera haber pruebas que lo vincularan a la muerte de Ramos, los oficiales fueron procesados con prisión y llevaban cumpliendo la condena desde el año 2011.
Durante el primer juicio y durante las apelaciones habían pruebas que demostraban su inocencia y lo que que es mas importante ninguna que mostrara su culpabilidad, más aun así casi por bronca y por capricho fueron encerrados injustamente.



La sentencia aplicada a partir de la resolución de primera instancia que había sido dictada por el juez Ruben Saravia a pedido de la exfiscal Mirtha Guianze, que en el presente integrante de la Institución Nacional de Derechos Humanos, había sido revocada en agosto de 2012 por el Tribunal de Apelaciones.

Mientras que en la sentencia de segunda instancia la justicia dictaminó que Saravia y Guianze "no reconstruyeron los hechos sino que los crearon", lo cual es una clara disconformidad con la manera en que fueron manejados e inventados los hechos en la primera instancia del juicio. 
Por ende la justicia concluyó que no habían pruebas de que el Tupamaro Ramos hubiese sido asesinado, así como tampoco habían pruebas que demostraran o vincularan a Gulla y a Rivero con ese hecho y el caso fue cerrado y archivado.

En una entrevista brindada ayer al diario El País el Cnel. Gulla comentó "Imagino que si hay sensibilidad del Estado, sin que yo diga nada, me va a recompensar el período que estuve injustamente procesado, porque mis derechos humanos se pisotearon durante un año y dos meses más el período previo al procesamiento"
Además agregó que recibió la resolución tomada por la SCJ "con satisfacción" pero señalo que "fue un poco tarde".
El Teniente Enrique Rivero sigue en prisión porque tiene abierta otra causa en su contra, la de un homicidio ocurrido en 1976 contra otro Tupamaro, caso que no esta para nada esclarecido. 

Conclusión

Me reconforta saber que en Uruguay la justicia da pequeñas señales como estas de que sigue estando presente, aunque es un pequeño paso en una montaña que esta cuesta arriba, queda mucho por hacer y por mejorar para que los uruguayos volvamos a creer en la justicia.
En el gobierno actual que manipula la justicia como una marioneta es muy difícil que los injustos sean ajustados y que los justos sean reconocidos como tales.

La infame jueza Mariana Mota es una vergüenza y un deshonor para nuestro país, al igual que todo ese grupo de abogados, fiscales y jueces que mantienen a la justicia flechada.
Intentan amedrentar a la Suprema Corte de Justicia con tomar fuertes medidas e incluso exhortan a las organizaciones de derechos internacionales a que presionen a la SCJ.
Acaso ser imparcial es no ser justo?, al parecer así lo creen estos inmorales fiscales y jueces que fueron puestos a dedo por el gobierno y quieren presionar a la SCJ para que dejen de ser imparciales y que apunten hacia un solo lado.


La SCJ ha demostrado que no se deja llevar por presiones de estos personajes inmencionables que se hacen llamar "jueces", "fiscales" y "abogados", que por sus acciones están lejos de representar a la justicia y cerca de representar a la mediocridad.
Esperemos los miembros de la Suprema Corte de Justicia sigan haciendo las cosas como la vienen haciendo, que para todos los uruguayos que creemos en la verdad y la justicia, esto ha sido una inmensa señal de que la justicia ve a todos con los mismos ojos.

Atención: Las declaraciones del Cnel. Walter Gulla fueron tomadas del diario El País.

miércoles, 26 de junio de 2013

Tahití, una selección que dejo una huella

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Tahití  es uno de los países mas desconocidos del mundo y muchos ni sabían de su existencia hasta su presente participación en la Copa de las Confederaciones disputada en Brasil, donde van las selecciones de fútbol campeonas de cada continente, es de ese modo que Tahití viajó a Brasil por haber sido campeón de Oceanía y por ende representa a dicho continente.

Tahití es una isla que se encuentra al sur del Oceano Pacífico y que por estar en territorio de ultramar francés pertenece a la Polinesia Francesa, en otras palabras este país es una colonia francesa debido a que en el pasado esa zona del Pacífico fue conquistada y colonizada por los franceses.

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Como mencionaba en un principio, la selección de fútbol de Tahití como campeona del continente de Oceanía se gano el derecho de jugar la Copa de las Confederaciones.
Debuto jugando contra Nigeria y perdió 6 a 1, pero ese golsito que metió el número 17 de Tahití fue el gol más importante en la historia de los tahitianos y seguramente de Jonathan Tehau, nombre del sujeto que metió el gol y a quién ya tienen como un héroe nacional.

Luego del 6 a 1 contra los nigerianos les toco jugar contra nada mas y nada menos que España, por lo que se verían las caras el campeón del mundo y número 1 en el ranking mundial de FIFA, contra el temible Tahití que ocupa el lugar 138 en el ranking de la FIFA.

El resultado fue una vapuleada por 10 a 0, un resultado que para cualquier selección sería una ofensa y un gran trauma para toda la eternidad, pero los jugadores de Tahití ni bien termino el partido fueron corriendo a las risas para pedirle las camisetas a los españoles, lo que demuestra que estos tipos están para otra cosa.


Su tercer partido iba a ser contra Uruguay, contra el cual perdieron 8 a 0 y con esa paliza culminaron su participación en la Copa Confederaciones.
Hay que decir que en este partido no se fueron con las manos vacías, porque su arquero suplente Gilbert Meriel le atajó un penal a Andrés Scotti, el defensa mas bruto que tiene la selección uruguaya y que para terminar su pésima actuación se fue expulsado a los pocos minutos de errar ese penal.


El resultado global de su participación en la Copa Confederaciones fue de 1 gol a favor y 24 en contra, lo que da un saldo de -23 y significa salir prácticamente violado del torneo que reúne a los campeones continentales.

Pero los resultados tan voluminosos de los partidos son un espejismo si tenemos en cuenta que de los 23 jugadores que conformaron el plantel de Tahití solamente había un jugador profesional, se trataba de Marama Vahirua quien se desempeña en la liga griega, los demás son todos jugadores aficionados y amateurs.

Sumado a esto la selección tahitiana esta conformada por un plantel de familiares, obreros y desempleados.
Hay jugadores 10 que están desempleados, uno de ellos es el capitán Vallar.
Jonathan Tehau quién fuera el autor del gol contra Nigeria allá en Tahití es repartidor de Coca-Cola.
El arquero suplente de la selección tahitiana trabaja de electricista y por lo que dicen es de los buenos.
Hay 6 jugadores que son parientes, incluyendo 2 hermanos.


Ellos perdieron y fueron goleados en todos los partidos, pero sin embargo se ganaron el corazón y la simpatía de la gente por jugar con honor y orgullo por su camiseta y su país.
En todos los partidos el público alentaba a los tahitianos y los ovacionaban en cada jugada, pase y ni que hablar cuando metieron el susodicho gol contra Nigeria.

Es mas que evidente que ellos fueron prácticamente a pasear a Brasil, a tener una experiencia inolvidable sin importarles los resultados de los partidos.
A pesar de haberse comido 24 goles y haber hecho tan solo un gol a favor, ya podemos decir que Tahití ha dejado una huella imborrable en el fútbol mundial tras su paso breve pero honorífico por la Copa de las Confederaciones.